El espíritu de aventura es algo que siempre se puede encontrar en lo más profundo del ser humano, algo que siempre ha viajado a su lado a lo largo de toda la historia. Es algo innato al hombre. Èse ansia de aventuras, de vivir intensas emociones y descubrir nuevas fronteras y civilizaciones, nunca ha sido algo que los hombres supiesen rechazar. Los más osados siempre se mostraban dispuestos a intentarlo y, algunos hasta lograban sus propósitos. La historia de este mundo se ha escrito gracias a valientes aventureros dispuestos a correr riesgos para lograr sus pretenciosos objetivos. Todos hemos soñado en alguna ocasión de nuestra vida con ser los protagonistas, los héroes de alguna de estas fantásticas historias de aventuras. Esta sana pero ingente labor nos la pueden facilitar Julio Verne, Arthur Conan Doyle, Edgar Allan Poe, Jack London, Mark Twain, Franz Kafka… y la mayor parte de los autores literarios de cierto renombre, que en alguna ocasión han escrito relatos de aventuras que han logrado atraer la atención del público en general, obteniendo un éxito considerable.