Montar un pollo, cagarse en la leche, pelar la pava, hacerse la pichaun lío... El castellano rebosa de esas expresiones populares cuyosignificado no tiene mucho o nada que ver con las palabras que lasforman, y que se te estampan en la cabeza como postales de colores,vivas y crudas. Guerrier y Sánchez empu?an bisturí y lápices para desmontar,desmenuzar y recrear las locuciones más sorprendentes del idioma deCervantes y ense?ar su faceta más desconcertante. Lo primero,gráficamente: cada expresión viene ilustrada de manera literal. Deesta forma, estas locuciones del lenguaje coloquial, formadas portérminos sencillos, muchas veces vinculados con el registro de lacomida o de la sexualidad, cobran un poder visual inesperado.Descontextualizadas y tomadas al pie de la letra, se tornansurrealistas, absurdas, casi inquietantes.Además, indagan en el origen del lenguaje. Cada expresión esdescuartizada a conciencia, en un intento de descifrar su etimología,su cómo y su por qué: cuál era el uso inicial de tal locución, en quécontexto se empleaba o cómo ha ido evolucionando a lo largo deltiempo. Una manera de descubrir un idioma y sus raíces a través de sus expresiones más coloquiales. Los textos de Con dos huevos están traducidos al inglés y al francés.La definición de cada locución viene traducida a ambos idiomas, ya que el lector foráneo -expatriado, turista o estudiante del idiomacervantino- se topa a menudo con esas expresiones hechas, esosmodismos o giros idiomáticos que pueden dejarle perplejo. Y con elpropósito de resaltar esa sensación de extra?eza en el descubrimientode un idioma, haciendo eco a las ilustraciones en un juego de espejos, cada expresión también viene traducida de manera literal: with twoeggs, to shit in the milk, to build a chicken...En definitiva, un glosario ilustrado dirigido tanto a los nativos quesienten curiosidad por las expresiones más surrealistas de su propioidioma, como a los extranjeros en apuros frente a tan prolífica jerga.