Si formalmente El olor de la guayaba es una prolongada conversacióndel escritor y periodista Plinio Apuleyo Mendoza con su viejo amigoGabriel García Márquez -lo que da ocasión a éste para desgranar convivacidad sus remembranzas, juicios, opiniones y convicciones- suscontenidos van mucho más allá: en El olor de la guayaba bien puedenencontrarse las claves de un proceso, creador y creativo, de singularriqueza. De la mano de Mendoza, García Márquez desvela el mundo querefleja su obra -hasta transfigurarlo- con la magia de la palabra: lacalidez y el color del Caribe, el universo mítico de sus pobladores,la extra?a mentalidad de sus extra?os prohombres y caudillos. Una obra en la que el compromiso con la emoción y el compromiso con la razónse dan la mano, para ofrecer la más sugerente aproximación a un serque de puro complejo puede permitirse el lujo de ser nítido.