De una concha que un niño recoge en una playa chilena, al sur, muy alsur del mundo, una voz se eleva, cargada de recuerdos y sabiduría. Esla voz de la ballena blanca, el animal mítico que durante décadas hacustodiado las aguas que separan la costa de una isla sagrada para las personas nativas de ese lugar, la Gente del Mar. El cachalote, lacriatura más grande de todo el océano, ha conocido la inmensa soledady la enorme profundidad del abismo, y ha dedicado su vida a cumplirfielmente la tarea que le confió otro cachalote anciano: una tareamisteriosa y crucial, el resultado de un pacto que ha atado a lasballenas y la Gente del Mar. Para honrarlo, la gran ballena blancatenía que proteger esa parte del mar de otros hombres, los extrañosque con sus barcos vienen a llevárselo todo, sin respeto alguno por el entorno natural. Fueron ellos, los balleneros, quienes contaron lahistoria de la temida ballena blanca hasta ahora, pero ha llegado elmomento de que ella hable por sí misma y deje que su antigua voz nosllegue como el lenguaje del mar.