Con la sola ayuda de una grabadora y una pluma, Svetlana Aleksiévichse empe?a en mantener viva la memoria de la tragedia que fue la URSS,en narrar las microhistorias de una gran utopía. «El comunismo sepropuso la insensatez de transformar al hombre "antiguo", al viejoAdán. Y lo consiguió [...]. En setenta y pocos a?os, el laboratoriodel marxismo-leninismo creó un singular tipo de hombre: el Homosovieticus», condenado a desaparecer con la implosión de la URSS. Eneste magnífico réquiem, la autora reinventa una forma literariapolifónica muy singular que le permite dar voz a cientos dedamnificados: a los humillados y a los ofendidos, a madres deportadascon sus hijos, a estalinistas irredentos a pesar del Gulag, aentusiastas de la perestroika anonadados ante el triunfo delcapitalismo, a ciudadanos que plantan cara a la instauración de nuevas dictaduras...Un texto extraordinario por su sencillez, que describe de un modoconmovedor la sobrecogedora condición humana.