EnSoñé que la nieve ardía, novela escrita en el vértigo del gobiernosocialista de Salvador Allende, la escritura ha sido marcada a sangrey fuego por los acontecimientos, los pequeños sucesos y las grandesgestas. Una novela respirada a pleno pulmón en las calles de Santiagode Chile, repleta de pasión, humor, angustia y un lenguaje arrolladorque celebra el entusiasmo de la gente frustrado con el golpe dePinochet. Esta novela narra con espontánea originalidad las aventurasde un joven arrogante que pretende triunfar como futbolista y amanteen un escenario inflamado entre la revolución y el golpismo.«En cada obra suya desde que salió de Chile, Skármeta pone a prueba ala nación, pone a prueba a la cultura popular del hombre común, que es la última muralla de resistencia.»Ariel Dorfman