En la nueva novela de Eduardo Mendoza, El secreto de la modeloextraviada,el detective loco que protagonizó El misterio de la criptaembrujada, El laberintode las aceitunas y recientemente El enredo dela bolsa y la vida recuerdaun caso aparentemente cerrado de losochenta y no ceja en su empeñode resolverlo más de veinte añosdespués. El detective más divertido de lanarrativa española nos cuenta aquí su doble aventura:«Para el que ha pasado buena parte de su vida encerrado en unmanicomio,aunque sea injustamente, como es mi caso, una reacciónabsurda notiene nada de particular, aunque eso suponga meterse enlíos. La cuestión esque un incidente trivial me trajo recuerdos yviajé al pasado (con la memoria,ya he dicho que no estoy loco). Añosatrás me vi envuelto en un asunto feo.Habían asesinado a una modelo yme culpaban a mí. Por supuesto, sin razón:una modelo no haría caso aun tipo como yo ni asesinándola. Simplemente,había un oscuro enredo,estaba metida gente importante y pensaron que yopodía servir de cabeza de turco o de conejillo de indias, o como sea que sellame eldesgraciado que paga los platos rotos. Para salvar el pellejo tuvequerecurrir a mi ingenio y a métodos poco convencionales y pedir ayuda a personasde mi círculo, no siempre recomendables. No sé si salí bien parado delintento, pero salí. Ahora todo aquello ya es agua pasada.Sin embargo, unimpulso me ha hecho volver sobre mis pasos, recorrerlos antiguos escenarios,buscar a las personas que fueron protagonistas de aquel oscuro caso, yresolverlo por fin. Pero las cosas hancambiado. No sólo las personas y laforma de vivir, sino sobre todo laciudad. En aquella época, Barcelona era unacochambre. Hoy es la ciudad más visitada y admirada. íQuién nos lo iba adecir! La Barcelona delpresente no tiene nada que ver con la Barcelona delpasado. ¿O sí?».