Ni Marconi inventó la radio ni Edison la luz eléctrica. Se las robaron a Nikola Tesla, el mayor inventor de todos los tiempos. Obra suya son la corriente alterna, los motores eléctricos, las bombillas, losrobots, el control remoto, el radar, el microondas, el microscopioelectrónico, la diatermia, los misiles, el acelerador de partículas?,así hasta setecientas patentes. Pero su proyecto más ambicioso chocócon la codicia humana. Quiso iluminar la Tierra con electricidadlibre, gratuita y sin cables. Aseguraba que sabía cómo conseguirlo,pero no encontró ningún magnate dispuesto a financiar un sue?o quefuncionaría sin contadores y no reportaría grandes beneficioseconómicos. Desde ese momento, lo silenciaron. Le tacharon de loco. Yaquel que había enriquecido a tantos acabó solo y pobre. Había nacido en un mundo movido por el vapor y alumbrado por el gas.Él lo cambió para siempre. Lo encendió y lo puso en marcha con elímpetu de los electrones. Pero sigue sin aparecer en la mayoría de los libros escolares.?Podemos decir que fue un santo? Murió virgen -no se le conocieronamantes- y mártir por culpa de la mezquindad de los poderosos y elolvido de todos. Una historia muy triste.Va siendo hora de que Nikola Tesla ocupe en nuestro imaginario ellugar que merece.