Cuando todo se derrumba, cuando el mal se erige en sistema y lacrueldad en norma,?puede un lápiz salvar el mundo?«He aprendido másde la guerra civil espa?ola leyendo El lápiz del carpintero, de Manuel Rivas, que en todos los libros de historia.»Günter GrassPremio de la Crítica Espa?olaPremio de la Sección Belga de Amnistía InternacionalEn la cárcel deSantiago de Compostela, en el verano de 1936, un pintor dibuja elPórtico de la Gloria con un lápiz de carpintero. Los rostros de losprofetas y de los ancianos de la Orquesta del Apocalipsis son los desus compa?eros republicanos de presidio. Un guardián, su futuroasesino, lo observa fascinado... La historia de ese lápiz, conductorde memorias, portador de almas, continuará hasta nuestros días.Después de La lengua de las mariposas, Manuel Rivas retoma el hilo de latragedia espa?ola, la guerra que estremeció al mundo y marcó lahistoria del siglo XX. Pero El lápiz del carpintero no es una historia más sobre la guerra. Trata de la vida de los hombres y las mujeres en el lado más salvaje de la historia. Trata de la fuerza del amorocupando el hueco abismal de la desesperanza.Con el lápiz delcarpintero, con las manos de las lavanderas, con el dolor fantasma delos amputados, con la belleza tísica de los enfermos... Va tejiéndosela red de la realidad inteligente. Aquí el lenguaje se confunde con el aliento de la vida, con el código morse de las vísceras. Una novelaescrita desde hoy y para siempre.La crítica ha dicho...«Manuel Rivas elabora un relato con criaturas subyugantes, episodiosde carácter simbólico y alegórico, secundarios memorables, estampadosconmovedores del terror, y teniendo como eje sentimental una bellahistoria de amor entre Daniel Da Barca y Marisa Mallo.»Antón Castro, ABC«Una novela necesaria en nuestro tiempo dedesmemoria. Y un texto ejemplar en su trabada construcciónnarrativa.»Angel Basanta, La Razón«Un crisol lleno de emociones y sentimientoscomunes a todos los seres humanos, una metáfora de todas las guerras,una lucha que demuestra el poder de salvación que tiene el amor.»M. Blanco Rivas, El Faro de Vigo