El embrujo de Shanghai es una estremecedora fábula sobre los sue?os ylas derrotas de ni?os y adultos, asfixiados todos por el aire gris deun presente desahuciado. En la Barcelona de la posguerra -ese espacioya mítico donde transcurren todas las novelas de Marsé-, el capitánBlay, con su cabeza vendada y sus suspicacias sobre los escapes de gas que están a punto de hacer volar toda la ciudad, se pasea por elbarrio sacudido aún por los estertores de la guerra perdida yacompa?ado por los espectros gimientes de sus hijos muertos. Elpeque?o Daniel le escolta a través de aquellas calles póstumas, en las que conocerá a los hermanos Chacón, quienes custodian la verja deentrada de la casa en la que convalece Susana, una ni?a enferma de los pulmones, hija de la se?ora Anita, bella y ajada taquillera de cine,y de Forcat, un revolucionario, huido del país y nimbado por el fulgor mítico de los furtivos. Pronto llegará a la casa un amigo y compa?ero de viaje de Forcat, que narrará a los ni?os la arriesgada aventuraque el padre de la ni?a emprendió en Shanghai, enfrentado a nazissanguinarios, pistoleros sin piedad y mujeres fatales que le salen alpaso en los más sórdidos cabarets de la ciudad prohibida. Que, endefinitiva, no quede claro si el héroe vivió o no de verdad lasperipecias que se le atribuyen poco importa, pues mientras tanto naceante los ojos del lector una estupenda novela de aventuras, con todoslos alicientes del género. De ahí que el embrujo no se encuentre tanto en la presentación de la vida real como en la de la imaginada, talvez la única vida verdadera. Due?o más que nunca de una extraordinaria fuerza evocadora y de un estilo deslumbrante, pero engastado en unaprosa transparente y a un tiempo hipnótica, Juan Marsé construye aquílo que es sin duda una de las obras maestras de las narrativaseuropeas de finales del siglo XX.