Bruce Lee siempre se consideró a sí mismo un artista marcial en primer lugar, y luego un actor. A la edad de 13 años comenzó a tomar lecciones de kung-fu en el estilo wing chung para aprender defensa personal, y durante los diecinueve años siguientes transformó su conocimiento en una ciencia, un arte, una filosofía y un modo de vida. Entrenó su cuerpo mediante el ejercicio y la práctica; entrenó su mente mediante la lectura y la reflexión, y dedicó gran parte de su juventud a registrar sus pensamientos y sus ideas. Fue en 1970, a raíz de una grave lesión en la espalda, cuando sus médicos le ordenaron que abandonara totalmente la práctica de las artes marciales. El largo y difícil periodo en que la lesión lo mantuvo inactivo se convirtió en la ocasión perfecta para que Lee volcara en papel los conceptos y principios sobre los que había fundamentado su arte, y el resultado es El Tao del Jeet Kune Do, una obra maestra de la filosofía y la técnica del arte marcial. Las páginas de este icónico volumen, publicado originalmente en 1975, representan el trabajo de la vida de Bruce Lee y reflejan la sabiduría de uno de los artistas marciales más importantes de la historia.