El golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera dio comienzo a una dictadura militar (1923-1930) sin complejos, que se autoproclamó capaz de resolver problemas antiguos con ideas y protagonistas renovados. El declive de la Restauración, el auge del intervencionismo militar y el propio interés de Alfonso XIII, acorralado por las responsabilidades en el desastre de Annual, contribuyeron a su triunfo. Primo de Rivera, que gozó de gran popularidad durante los primeros años, se estrenó como un líder simpático y benévolo, pero con el paso del tiempo sus palabras y acciones se revelaron llenas de paradojas y contradicciones. Ni regeneracionismo, ni responsabilidades sobre Marruecos, ni nada de lo prometido en el manifiesto del 13 de septiembre llegó a materializarse. El presunto orden social se convirtió en una amenaza para todos los discrepantes y hasta el legado económico de obras públicas y modernización, la mayor baza del periodo, tuvo un reparto muy desigual entre la población. Coincidiendo con el centenario del levantamiento, esta obra desentraña las razones del golpe, el éxito inicial del régimen, su vertiginosa caída y sus trascendentales consecuencias en la historia posterior.