«El año de mis noventa años quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen. Me acordé de Rosa Cabarcas, la dueña de unacasa clandestina que solía avisar a sus buenos clientes cuando teníauna novedad disponible. Nunca sucumbí a ésa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas, pero ella no creía en la pureza de misprincipios. También la moral es un asunto de tiempo, decía, con unasonrisa maligna, ya lo verás. Era algo menor que yo, y no sabía deella desde hacía tantos años que bien podía haber muerto. Pero alprimer timbrazo reconocí la voz en el teléfono, y le disparé sinpreámbulos:-Hoy sí.»Un viejo periodista decide festejar sus noventa años a lo grande,dándose un regalo que le hará sentir que todavía está vivo: unajovencita virgen, y con ella «el principio de una nueva vida a unaedad en que la mayoría de los mortales están muertos». En elprostíbulo llega el momento en que ve a la mujer de espaldas,completamente desnuda. Ese acontecimiento cambia su vida radicalmente. Ahora que conoce a esta jovencita se encuentra a punto de morir, pero no por viejo, sino de amor. Así, Memoria de mis putas tristes cuentala vida de este anciano solitario, un apasionado de la música clásica, nada aficionado a las mascotas y lleno de manías. Por él sabremoscómo en todas sus aventuras sexuales (que no fueron pocas) siempre dio a cambio algo de dinero, pero nunca imaginó que de ese modoencontraría el verdadero amor. Esta novela de Gabriel García Márquezes una conmovedora reflexión que celebra las alegrías delenamoramiento, las desventuras de la vejez y, ante todo, lo que sucede cuando sexo y amor se juntan para darle un sentido a la existencia.Nos encontramos ante un relato aparentemente sencillo pero cargado deresonancias, una historia narrada con el excepcional estilo y lamaestría en el arte de contar de los que solo es capaz el autorcolombiano..